INTELIGENCIA EMOCIONAL BASE DE TU ÉXITO GERENCIAL
- Carlos Romero
- 26 feb 2020
- 2 Min. de lectura
“El liderazgo no es sinónimo de dominación, sino el arte de convencer a la gente de que colabore para alcanzar un objetivo común. Además, centrándonos en la gestión de nuestra trayectoria personal, puede que no haya nada más fundamental que reconocer una profunda conexión emocional con nuestro cometido y saber qué cambios podrían provocarnos una mayor satisfacción laboral.” – Daniel Goleman
Soy un convencido que el Liderazgo en el siglo 21 tiene que ver con un Liderazgo de Influencia. Esto lo compruebo una y otra vez dentro de mi práctica de coaching al trabajar con líderes; pues todo aquello relevante, innovador y de impacto dentro de una organización y en nuestras vidas, está relacionado a otras personas. De cómo manejemos estas relaciones dependerá el mayor éxito profesional y organizacional. Uno de los temas que más afectan el desarrollo y los resultados de las organizaciones es la administración de comportamientos y emociones de una manera adecuada de las personas en posición de liderazgo.
En muchos casos se quiere administrar partiendo de comportamientos inconscientes, tal como los define Fredy Kofman en su libro la Empresa Consciente. Es decir, muchos conocemos algunas personas que viven la vida pensando que solamente su realidad es la correcta y las demás equivocadas; o que sus opiniones y deseos deben prevalecer por encima de los demás; también tenemos aquellos que manejan la información manipulándola a su conveniencia; o que necesitan vencer en todo argumento a otros para demostrar su propia valía sin que les importe como quedan los demás; y un último ejemplo, quienes se comprometen a acciones que no tienen intención de cumplir. Personas que terminan afectándose pues pierden mucha credibilidad y afectan a los equipos que trabajan con ellas. Estos comportamientos inconscientes reflejan una “incompetencia emocional”. Esto no es apreciado ni necesitado en las organizaciones, pues pueden generar resultados favorables de corto plazo, pero su efecto en el mediano y largo plazo es devastador.
Por el otro lado, si consideras que posees un equipo o equipos en tu organización que no están comprometidos, que no toman iniciativas, que no se van innovando ni apoyando entre ellos, que no generan alianzas y que compiten demasiado internamente, equipos que te hacen pasar un alto porcentaje de tu jornada laboral “apagando fuegos”. Si algo de eso observas, pues puedo decirte que vale la pena revisar tus comportamientos de liderazgo y administración de emociones.
Algo que nos puede ayudar partiendo de los estudios de Inteligencia Emocional es partir del estudio y aplicación de las siguientes competencias:
1. Conocimiento de uno mismo, 2. Autorregulación, 3. Motivación, 4. Empatía, y 5. Habilidades sociales.
Su estudio es importante, pero su aplicación práctica y sistemática dentro de entornos empresariales nos llevarán a desarrollar equipos de liderazgo pro activos a las dinámicas de este tiempo tan exigente. En próximos artículos conversaremos aplicaciones prácticas de la Inteligencia emocional.
Carlos Romero
Coach de Resultados
Competitividad empresarial, S.A. de C.V.
contacto a: carlos.romero@comempresarial.net
+503-2577-3627

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